sábado, 25 de octubre de 2008

El origen del Cerro Bola
En San Rafael hay un cerro particular: una suerte de mesetaque se expande hacia sí mismo y que es conocido como Cerro Bola. Al acercarse a ese lugar uno advierte que mucha bola no pasa por allí, ya que hay bañostermales que nunca terminaron de construirse, a tal punto que ni siquiera sirven para hacer uso del mismo tal como hace años se hacían en las estaciones de servicio YPF, cuando el baño era todo un problema y tabú.Sin embargo, ¿por qué se llama Cerro Bola?Por un lado dicen que esa montaña era una suerte de medialuna que quedó cortada como rebanada de pan con el paso de los años. Se entiende que millones de años. Por otro, y quizás la más certera, es la que le da el origen al nombre mismo de esa montaña.Es que al parecer, en los años veinte y treinta, la vida social en San Rafael era muy limitada y muchos hombres y mujeres contraían matrimonio a través de arreglos familiares. Entonces la idea de un inmigrante francés, del que nunca se supo el nombre, pero sí se asegura que vivió muchos años en Buenos Aires, por el lunfardo que adquirió, entre otros, por el nombre del mismo cerro al que hacemos mención.La cuestión es que muchos sanrrafaelinos y sanrrafaelinas, para conocerse de verdad, salían de la ciudad hacia el norte, en lo que hoy es el arco de ingreso a la ciudad cabecera de ese municipio.Pero ¿qué pasaba en ese entonces? Muchos decían que las mujeres solían adquirir una actitud represiva e indiferente con los hombres, ya que su criterio de amor tenía que ver mucho con el criterio de selección social, por lo que el dinero era la clave para prevalecer en esas futuras parejas con ausencia de afecto. Entonces, muchos preferían irse más lejos y fueron las mujeres las que prefirieron asentarse en el cerro Bola para darle más bolas a los hombres: justamente allí desaparecían los temas tabúes y se hablaba de niveles sociales, economía y sexo, entre otros. Las tertulias llegaron a ser tan largas que lo que prevalecía allí era todo menos la indiferencia, por lo que esa montaña terminó siendo lo que se esperaba: un aislante de la soledad

No hay comentarios: